lunes, febrero 16, 2009

Teruko Nimura, el encanto oriental

fotografías: artcrush.net (Galería de la Antigua Aduana de Nuevo Laredo)

Teruko Nimura participó en la exhibición de arte
ARTCRUSH Hasta La Basura se Separa


En Estados Unidos y Europa desde finales de los años cincuenta, los jóvenes se reunían en los lofts o simples bodegas en abandono para crear arte, no había límites y en la mayoría de los casos siempre se rompían las reglas y conductas, lo cual aquello daba un toque informal y hasta clandestino.

El uso de materiales comunes, de reciclaje y hasta desechos orgánicos, es el común denominador de estos creadores y predominante en la plástica contemporánea actual. Las formas, la textura y los colores, son sólo vehículos para la elaboración y envío de mensajes. El dinamismo con que los creadores actuales actúan no tiene límites; como bien pueden colocar dentro de una sala un carro que recien ha sido chocado, así pueden también mostrar la fotografía de un familiar que ha fallecido, pero nada se parece, nada es estrictamente limitante a un bastidor forrado con tela y pintura y los conceptos viven en lo irónico, en lo divertido e innovador.

Hace algunos meses, para ser exactos, el pasado 15 de noviembre se inauguró la exhibición ART CRUSH Hasta la Basura se Separa, en la cual participaron en total 15 artistas provenientes de diferentes partes de Estados Unidos, con el propósito de traer a Nuevo Laredo, su arte actual y de esta manera inspirar a los artistas jóvenes de la región.

Una artista que definitivamente llamó la atención en esa ocasión, fué precisamente Teruko Nimura. Paciente estuvo durante dos días instalando su árbol. Sus rasgos orientales contrastaban con su atuendo típico oaxaqueño. Se trataba de hilvanar hilos al unísono, de alzarlos y montar su gran cerezo.

Inundada entre ropas femeninas, medias y flores, Nimura platicaba acerca de su trabajo con otros artistas. Definitivamente su propuesta mostraba su encanto oriental, la delicadeza de las flores y de los árboles que echan raíces en forma de piernas humanas.

Teruko Nimura cuenta que creció en un suburbio de Sacramento, California en donde recibió su título en Artes Visuales del Instituto de Arte de San Francisco en el año 2001. Su interés por el arte la llevó a trabajar durante dos años como asistente en Art Foundry Gallery. Tiempo más tarde, en el 2004, fué contratada como asistente en el Departamento de Educación del Crockert Art Museum y fué coordinadora del Museo Móvil Art Ark.

La poesía oriental aunada a un toque moderno como es el trabajo de esta artista, dan como resultado figuras amorfas elaboradas con tela, algodones y arroz. Muñecas al suelo a la espera del solsticio.

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