viernes, febrero 13, 2009

Coraline y la Puerta Secreta

Poster promocional de Coraline y la Puerta Secreta


Llegó la hora de ver Coraline y la Puerta Secreta. Esta cinta dirigida por Henry Selik, quien además dirigió El Extraño Mundo de Jack, realiza esta fascinante animación a la casi olvidada técnica stop motion adaptando precisamente un clásico infantil de terror del escritor Neil Gaiman.

Adentrarse al mundo adolescente de Coraline Jones es sumergirse en un mundo surreal en donde el factor de la turbia dualidad y la toma de buenas decisiones es fundamental. Coraline es una niña que vive una realidad bastante aburrida. Sus padres y ella recién se mudaron a una casa-condominio y éstos se encuentran sumergidos en sus propios caprichos.

Jones en un afan por verse entretenida, visita a sus extraños y peculiares vecinos, y al regresar a su casa sintiéndose desilucionada, encuentra una puerta secreta que la conduce a un mundo lleno de fantasía en donde aparentemente puede hacer lo que ella desee. No tarda mucho en padecer la situación, todo se complica y se vuelve siniestro, aquella neblina de fantasía cobra su factura, descubre que hay que sacrificarse. No hay vuelta atrás, todo aquello se convierte en una verdadera pesadilla.

La cinta muestra varias lecturas muy interesantes y cuestiona al espectador de una manera muy dinámica. La estética de la animación es imponente, la música poco usual para una película infantil. No faltó quien se saliera de la sala, incluso varios niños salieron con sus padres un poco asustados, por lo cual se recomienda para niños mayores de 10 años.

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