lunes, octubre 20, 2008

EROS una vez María

Cartel publicitario de EROS una vez María

La vida de Tonathiu (Julio Bracho) parece estar fragmentada, hecha pedazos. Justamente pierde la que se supone fue el amor de su vida, María.

EROS una vez María, una cinta dirigida por Jesús Magaña Vázquez, muestra el interior de un hombre lleno de apegos y desgracias. La ausencia de amor lo lleva a buscar su yo interior en las manos fugaces de mujeres que por tan rara coincidencia llevan por nombre María.

La película, en la que también actúan Ana Serradilla (María), Diana Bracho y Mónica Dionne, por nombrar solo a algunas, es una cinta dificil, incoherente y pesada. Su trama no se desplaza linealmente como es costumbre en un guión cinematográfico, sino que se fragmenta y crea círculos separados los cuales muestran etapas en la vida del personaje protagonista.

La fotografía es fría, obscura y deprimente. La película parece que fue filmada con el propósito de ser una cinta "alternativa-erótica" comparada con los demás propuestas cinemotográficas en México, lo cual la convierte automáticamente en un viaje pretensioso.

La tragicomedia que se maneja no está bien lograda. Apenas alcanzan a provocarte una sonrisa, acto seguido, volteas a ver tu reloj.

Mejor fúmate un churro, prende la videocasetera y pon Alicia en el País de las Maravillas o has lo que yo: mantenerse firme hasta el final y después cambiarte de sala sin que los guardias del Cinépolis se den cuenta. De algún modo tenía que desquitar mis 50 pesos.

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